Desde que comencé a buscar trabajo hace unos meses, tenía la ilusión de abrirme un hueco dentro del comercio electrónico en España. Llegó a convertirse en una obsesión, pero mi empeño poco a poco se fue desvaneciendo. Me he dado cuenta de que no me quieren en el sector. No es que no me quieran a mí específicamente, sino que consideran que no necesitan un perfil como es el mío.
Hay mucha gente dispuesta a escucharte. Al ser un sector tan joven, sus profesionales están abiertos a otras opiniones, pero a pesar de ello, pecan de conservadurismo (paradójico cuanto menos) cuando lo cierto es que tendrían que apostar por el talento. También es cierto que hay cierto recelo endogámico que acaba promoviendo que se contrate a gente del propio sector o afín, teniendo que escuchar frases tan célebres como «vender online no tiene nada que ver con vender offline» de boca de una persona que trabaja en una multinacional española (aunque después de la entrada de fondos, no tanto) de software de seguridad. Por eso me tengo que despedir; así que… hasta pronto comercio electrónico.
Y nada más lejos de la pura realidad. La venta online no deja de ser un escenario más dentro de la realidad que conocemos. No hay que inventar nada nuevo en marketing, simplemente hay que adaptarlo al canal online bajo las reglas básicas del marketing. Sólo hay que escuchar a Jeff Bezos, fundador de Amazon, cuando habla del objetivo de la personalización en venta de libros online. «Quiero devolver la venta de libros por internet a los tiempos en que uno iba a la librería de toda la vida y el librero, que te conocía perfectamente, te decía: ‘Sé que te gusta John Irving y acaba de salir un nuevo escritor que me lo recuerda mucho. Creo que este libro te va a gustar'». Aún así me tengo que despedir, hasta pronto comercio electrónico.
Me podéis llamar romántico pero, si estamos pensando en abrir una tienda online de fruta, el mejor dinero mejor invertido sería el que gastáramos fichando a un vendedor de uno de los miles de puestos de fruta que se abren cada mañana en los miles de mercadillos que hay en España. Si comprobamos que, realmente, su relación con las nuevas tecnologías es imposible, podríamos limitarnos a observar cómo venden fruta estos artistas del arte de la venta perecedera. Si consigues hablar con ellos mientras recogen el puesto para marcharse a otro lado, pues mejor que mejor. Por su parte, un experto online te crearía una campaña SEM para invertir 60.000 € el primer año con palabras clave de lo más acertadas que, combinada con una estrategia display de retargeting, por ejemplo, te ocasionaría un coste de adquisición de cada nuevo comprador por encima de los 6 euros. En Google ibas a tener buenos amigos pero financieramente esos números son difícil de sostener. Estoy convencido de que esta última opción seguirá triunfando frente a la primera y por eso tengo que decir: hasta pronto comercio electrónico.
Todavía me acuerdo de una entrevista que hice para un puesto de Head of Business en una plataforma de social shopping; lo que realmente querían era un especialista en Google Analytics pero… ¿no sería más útil que un profesional con este cargo llegue a acuerdos con marcas? ¿O realmente es más interesante que se siente delante del ordenador para obtener e interpretar los datos de Google?
No me entendáis mal, porque ahora no voy a renegar de este sector. Seguiré colaborando con los que quieran, explorando nuevas vías de desarrollo de negocio que vayan más allá de la inversión en marketing online. En agosto tuve la gran suerte de conocer a Ángel Cavada, de la compañía BusinessInFact. He tenido la posibilidad de conocer, gracias a ellos, proyectos muy interesantes que, no obstante, necesitaban un «baño de realidad». En algún caso ha sido incluso imposible hacer entender al emprendedor la necesidad de mostrar a los business angels un proyecto de futuro con un claro desarrollo comercial. Es sumamente complicado convencer a los inversores si no has vendido tu producto a una muestra representativa de tu público objetivo, y esto último es difícil de hacer a través de presentaciones por correo electrónico e invirtiendo todo el tiempo en redes sociales. En otros casos, no obstante, seguimos trabajando para que, con un claro ímpetu comercial de la emprendedora, ésta no se presente «desnuda» ante sus clientes trabajando una oferta de valor evidente. Seguro que en este último caso conseguiremos muchos de los objetivos marcados. A pesar de estos escarceos, hasta pronto comercio electrónico.
A partir de hoy me voy a centrar en el atractivo proyecto que me ha ofrecido liderar Grant Thornton. Ellos salieron a buscarme y me encontraron. Estoy seguro de que daremos mucho que hablar en un sector, que está pidiendo a gritos aires renovadores que cuestionen el liderazgo de las BIG4. Igual de convencido estoy de que Grant Thornton es la firma de servicios profesionales que va a liderar esta revolución con la actitud positiva que necesitan nuestros clientes y que ya demostramos con este video hace un año (¡más de 1.400.000 reproducciones en Youtube! durante este tiempo) cuando todo el mundo auguraba que nuestro país se precipitaba al abismo. Y por esto ahora me despido, adiós comercio electrónico.
Si señor, fijo que se dara muy bien. para lo que necesites me tienes aqui
Muchas gracias Javi! Eres un gran tío
¡Nunca dejes de inventarte!
Fruto de esta reinvención fue este blog. Con el cual seguiré porque me lo paso genial.