No sé si alguna vez os habéis planteado escribir un blog. Aunque muchas veces parezca una tontería, lo que escribo implica tiempo; mis 3-4 horas a la semana no me las quita nadie. No es fácil escribir algo más de 1.000 palabras (lo que recomiendan los expertos para tener buen posicionamiento SEO). Hay algunas semanas, muy contadas, en las que estoy tan inspirado que tan sólo dedico dos horas a escribir el artículo que toca. Esas semanas de suerte incluso aprovecho para escribir un segundo post, como pasó la pasada. Pero esta semana me han venido las dudas y me he preguntado «¿Tú crees que todo esto merece la pena?»
Esta semana quizás he tenido un baño de realidad de esos que hacen que te plantees muchas cosas. Hace una semana compartí con vosotros la tiniebla que se cernía de nuevo sobre el asociacionismo profesional, en este caso en torno a la hasta ahora inmaculada experiencia de cliente (David contra Goliat en experiencia de cliente). Después de todos los esfuerzos que hemos realizado durante nuestro tiempo libre, ahora vienen unas cuantas empresas, orquestadas por una de esas consultoras que hace muchas cosas pero no está especializada en nada, para sacar provecho a un concepto de vivir la vida, como es la experiencia de cliente, que, además, como se ha puesto tan de moda hay que ordeñar antes de que se quede sin leche. Esto es exactamente lo que pienso. Sin embargo, creo que muchas veces no debería escribir con tanta transparencia mis pensamientos, y menos en un blog que leen a la semana algo más de 1.000 personas. Es una interpretación que yo hago de la realidad (sin lugar a dudas no es la verdad) y que a lo mejor, dolido, he escrito dejándome llevar por el corazón. Ante este hecho creo que debería preguntarme: ¿Tú crees que todo esto merece la pena?
Los que me conocéis ya sabéis lo que me gusta la caña. Sobre todo si creo que tengo razón. El problema es que siempre me creo más cerca de la posesión de la verdad que el resto y eso no tiene porque ser cierto. Me encanta luchar por las causas perdidas; me encanta tirar adelante del carro cuando todos se han cansado de hacerlo; me encanta acabar teniendo razón cuando conseguimos un objetivo que antes nadie veía claro; me encanta que alguien en el que he creído y al que he animado a dar lo mejor de sí mismo, se asombre al ver los resultados que ha obtenido, a pesar de no verse capaz. Quizá soy un narcisista y necesito de esto para alimentar mi ego. También se podría decir que soy empecinado, como me tenía prohibido decir la directora de RRHH de Deloitte cuando me estuvo tutorizando en mi proceso de outplacement.
El problema es que quizá me he dejado cegar por todo el trabajo que llevo a mis espaldas, junto al bueno de Jesús, sin esperar nada a cambio, solamente para compartirlo con los demás. No sólo en la Asociación Española de Experiencia de Cliente. También en este propio blog, donde tampoco quiero hacer negocio y comparto todas mis ideas y pensamientos. Por este motivo hoy más que nunca os tengo que preguntar: ¿Creéis que todo esto merece la pena?
Quizá esta ceguera me ha hecho malinterpretar la actuación de la «otra asociación» (la tengo que mencionar así no por desprecio, sino porque no conozco su nombre). Por este motivo utilizo este mismo medio para pedirle disculpas públicamente por tener dudas de sus fines altruistas sin motivo alguno . Si van a fundar una asociación es que sus fines son altruistas. Además aprovecho para anunciar públicamente que hoy presentaré mi dimisión como secretario de la Asociación Española de Experiencia de Cliente. No quiero parecer una mártir de esta «guerra». No lo soy, ni mucho menos. Creo que debo reconocer el error que he cometido y si me lo solicitan retiraré el artículo de la semana pasada. Tuve dudas de si todo esto merece la pena y las dudas son de débiles; por esto le comuniqué el sábado mi decisión al presidente.
También quiero agradecer a nuestro compañero Tomas las sinceras palabras que ayer nos dedicó por email y que venían a reafirmar el enorme error que había cometido con mi desafortunado artículo de la semana pasada. Además, esto me reafirmó en la decisión que había comunicado a Jesús la semana pasada.
¿Qué lecciones he aprendido de esta experiencia?
Ya no estamos en la época escolar, cuando nuestros padres después de una regañina nos preguntaban qué habíamos aprendido. Nosotros a regañadientes y con la voz entrecortada por la tensión del llanto que no acaba, decíamos que no lo volveríamos a hacer. Aunque a mi nadie me ha echado la bronca y tampoco he estado llorando porque hay cosas mucho más importantes en la vida, creo que debo sacar conclusiones de la experiencia de algo más de 10 meses que he vivido en la asociación.
Mis conclusiones, si alguno quiere considerarlo como un legado no me parecería descabellado, aquí están:
- Hay que dejarse de querer organizar las cosas escrupulosamente detalladas porque se pierde mucho tiempo en ello. Todo el tiempo que dediques a ésto no lo estás dedicando a hacer realmente algo.
- ¡La acción es lo primero! Si puede ser con sentido, mejor que mejor, pero si no le daremos el sentido más adelante.
- Rodéate de gente que se involucre en el proyecto. Si no, siempre dudarás que estén a tu lado. Además de no sumar, te pueden restar fuerzas a ti.
- No tengas miedo a presentrarle tu proyecto a cualquier persona que realmente te parezca interesante. Seguramente te encuentres con ladrones de ideas y esbirros de la competencia, pero ten por seguro que el secreto de llevar a cabo un plan está en las personas que lo llevan adelante.
- Pide el dinero (o algo que requiera un buen esfuerzo) antes de nada. Ahí verás si realmente la otra persona está interesada. La persona que se hace la remolona para pagar suele ser una oportunista.
- Apasiónate con lo que haces porque ese será el motor para tirar adelante. Quizás te lleve a equivocarte como he hecho yo, pero siempre he podido dormir tranquilamente.
Aunque como auténtico legado dejo la web que mis amigos de Dr.Roberts nos han hecho: www.aexc.es
Y si me pongo a pensar en nuestro blog ¿Creéis que todo esto merece la pena y debo seguir escribiendo?
Desconozco tu situación al detalle con respecto a AEXC, por lo que no voy a entrar a opinar, pero en lo que concierne al blog, por supuesto que merece la pena. En mi caso particular, los lunes no serían lo mismo al ver que Txemarketing no ha publicado su artículo con tintes rebeldes y lenguaje CLARO y PRECISO.
No sólo insisto en que continúes con este blog en el que participan tantísimas personas, sino que te animo a duplicar el contenido por semana ya que no es fácil de encontrar esta temática tan bien explicada en la web. Como yo, creo que son muchos los que piensan de la misma manera por lo que si decides abandonar (que no lo creo) defraudarías a toda la comunidad que constituye este blog. Asique mucho áNIMO Txemita!
Gracias Germán por estar todas las semanas ahí. Incluso haciendome comentarios sobre errores en el texto. Tu compromiso es tal que esta semana has querido que tirase todo mi historial SEO a la basura 😉 Espero que el tiempo te de la razón.
Hola Txema;
Desde la humilde opinión de alguien que ve cada semana cómo te esfuerzas por encontrar temas tanto de interés como de utilidad, mi respuesta es que sigas escribiendo, porque sí vale la pena.
Además de leerte, tengo la tremenda suerte de haber trabajado contigo y de contarme entre esas personas sorprendidas porque, gracias a ti, han sabido lo que se puede alcanzar si trabajas con empeño. Tú impregnas cada cosa que emprendes con esa ilusión y ese empeño; escribir semanalmente no es fácil: implica tiempo, energía, atención y mimo y es justo que sepamos reconocértelo y agradecerlo. Mil lectores semanales son muchos, Txema y vendrán por algo.
Y lo dicho: toda mi admiración para los «empecinados» como tú, genios con ideas, que hacen que gente como yo descubra que sí se puede.
Gracias Eli! La misma admiración tengo yo a la persona que se ha creído que puede hacer grandes cosas (y las estás haciendo) y que me revisa los artículos todas las semanas sin pedir nada a cambio y siempre a última hora.
En la asociación no se si admitirán tu dimisión, pero en el blog yo no te la admito, así que te digo que sí que merece la pena. Y una frase futbolística, los penaltis sólo los fallan los que los tiran, los otros como dijo el gran Luis Aragonés miran como las vacas cuando pasa el tren.
Gracias Jorge! Luis Aragonés me zarandearía en el banquillo como hizo con Etoo diciéndome quien coño me había creido que era. Intentaré salir al campo todos los lunes contagiado por la garra del Sabii.
¡Claro que merece la pena! Y por supuesto que debes seguir escribiendo. Llevo leyendo tus post desde que comenzaste este estupendo blog. Lectura obligada del lunes (o martes). He compartido algunas de tus entradas en las redes sociales pero nunca me había animado a participar con un comentario… y qué casualidad que la primera vez tiene que ser en esta en la que te preguntas si el esfuerzo merece la pena. Que no te derrote un proyecto que no sale adelante; menos aún si tu te has empleado a fondo con él. Y respecto a este blog, no se consiguen 1.000 lectores semanales así como así. En este caso tu esfuerzo y dedicación sí que están obteniendo resultados. ¡¡¡Que una piedra en el camino no te impida levantarte y seguir caminando!!!
Gracias Melsar! Lo intentaré aunque casualidades de la vida (como la tuya al lanzarte a escribir un comentario) Movistar no me lo está dejando fácil. Llevo un día sin ADSL por una avería generalizada. Espero que no me retrase al (martes) porque seguro que alguno piensa que lo he dejado 😉
Todos los Lunes nos haces pasar un buen rato. A mi me aportas conocimiento y ya solo con eso MERECE LA PENA. Es difícil darse cuenta de los errores pero mas difícil es asumirlos. Gente como tu es la que necesita este mundo, para hacer un mundo mejor.
No cambies y sigue tu camino, que yo y muchos otros te seguiremos.
Gracias Santi! Espero no darme cuenta que continuar escribiendo el blog es un error 😉 Para un humilde bloguero como yo es todavía mas reconfortante que tu propio hermano mayor te lea y le guste lo que escribes.
Como todas las semanas, sigo fielmente tu post de los lunes.
Mi respuesta rápida a tu llamamiento es sencilla: MERECE LA PENA. Como dice Melsar, no es fácil llegar a los 1.000 lectores semanales y eso se debe al interés de lo que compartes con nosotros.
Mirándolo desde un punto de vista egoísta por mi parte, sería una pena perder esta oportunidad semanal de aprender de tu experiencia y conocimientos sobre marketing. Estoy seguro que al igual que en mi caso, tus palabras despiertan semanalmente la curiosidad e interés de esos 1.000 lectores habituales.
Si lo miras desde tu posición, no sería justo para ti que dejarás de hacer algo por lo que has apostado y que tanto te gusta. Es más, esas horas que inviertes semanalmente en la redacción de estas líneas, te sirven para seguir al tanto y actualizado sobre un tema del que eres apasionado.
Por tanto, mi sentencia firme: MERECE LA PENA
Gracias Juankar! No te falta razón que dejarlo ahora sería una auténtica tonteria. Que los mil visitantes semanales es un logro bloguero al alcance de muy pocos.
Creo que no se trata de si nos merece la pena a los que te leemos. Simplemente reflexiona si te merece la pena a ti. No nos conocemos personalmente, pero si eres como dices, estoy seguro de tu respuesta.
Y por si decides lo contrario, gracias por los ratos pasados.
Gracias a ti Juanjo porque los ratos pasados han sido juntos. Creo que has acertado, y tenemos que seguir con este proyecto.
Ánimo, tú sigue. Pero si lo dejas, no importa, la cuneta está llena de blogueros. Pero bueno si ves que todavía no has conseguido tu objetivo con este blog, por mucho comentario de apoyo o de crítica, serás tú el que lo valores. Míralo como un negocio, ofreces algo a un coste, ¿obtienes el beneficio que esperas? Nosotros invertimos tiempo y valoramos que nos vale.